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Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos

19 de Junio

El 19 de junio de 2015 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 69/293 que declara el 19 de junio como “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos”, con el objetivo de sensibilizar y concienciar a la población mundial de la importancia de acabar con la violencia sexual durante los conflictos, honrar a sus víctimas y rendir tributo a todas las personas y organizaciones que luchan cada día para erradicarla.

Afecta principalmente a mujeres y niñas y repercute en todos los ámbitos de las comunidades y las sociedades, perpetuando los ciclos de violencia y amenazando la paz y la seguridad internacionales.

El término “violencia sexual relacionada con los conflictos” hace referencia a la violación, la esclavitud sexual, la prostitución forzada, el embarazo forzado, el aborto forzado, la esterilización forzada, el matrimonio forzado y todas las demás formas de violencia sexual de gravedad comparable perpetradas contra mujeres, hombres, niñas o niños como resultado directo o indirecto de un conflicto.

La violencia sexual ha sido utilizada por los grupos extremistas armados y violentos como instrumento de persecución, dirigida en particular contra las mujeres y niñas en edad reproductiva, sobre la base de su percepción como transmisores de identidad cultural y étnica, y como repositorios simbólicos del “honor” familiar y nacional. A esos patrones de violencia subyacen condiciones estructurales como la desigualdad, la discriminación por razón de género y la desatención de los derechos de las minorías.

El miedo y el estigma cultural convergen para que la inmensa mayoría de los supervivientes de la violencia sexual relacionada con los conflictos no la denuncien. Se estima que por cada violación denunciada en relación con un conflicto, hay entre 10 y 20 casos que quedan sin documentar; a ello hay que unir el subregistro, resultado de la intimidación y estigmatización de los supervivientes y las restricciones al acceso del personal de las Naciones Unidas.

La violencia sexual tiene múltiples consecuencias para las supervivientes y sus familias, incluidos los embarazos no deseados. Las madres de niños y niñas nacidos de una violación en tiempos de guerra son condenadas al ostracismo por su propia comunidad. Además de las dificultades económicas, a menudo son estigmatizadas y consideradas “afiliadas del enemigo”, y los niños y niñas nacidos de dicha violencia constituyen otro grupo vulnerable, siendo etiquetados como la “mala sangre” de los enemigos políticos, étnicos o religiosos. También se limita la libertad de circulación, obstaculiza la realización de otros derechos y tiene un efecto inhibidor en la participación de las mujeres en la vida política y económica.

En 2020 la violencia sexual se siguió empleando como táctica de guerra, terrorismo, tortura y represión, persiguiendo a las víctimas sobre la base de su origen étnico real o percibido, sus creencias religiosas, su afiliación política o su pertenencia a un clan, con la intención y efecto de desplazar y dispersar por la fuerza a la comunidad perseguida, con consecuencias corrosivas para la cohesión social. Esa tendencia es común a una serie de conflictos, tales como Iraq, Malí, Myanmar, Nigeria, la República Centroafricana, la República Democrática del Congo, Somalia y Sudán del Sur. Por desgracia también las propias Naciones Unidas han visto empañadas su labor por la denuncia de 150 situaciones de abusos, violaciones y explotación sexual documentadas en 2004 en la República Democrática del Congo.

El informe del Secretario General de Naciones Unidas de 2020 recoge 18 situaciones de países de los cuales existe información fiable sobre la existencia de violencia sexual en conflictos armado; en el año 2018 se han documentando más de 2.500 casos de violencia sexual.

Las Naciones Unidas enfrentan el problema de la violencia sexual en los conflictos desde una perspectiva operacional o técnica mediante el fortalecimiento de las instituciones de seguridad y justicia, considerando esencial reconocer y combatir la desigualdad entre los géneros como causa fundamental y motor de la violencia sexual, en tiempos de guerra y de paz.

 

 

 

Fuente: Informes del Secretario General de Naciones Unidas sobre la violencia sexual relacionada con los conflictos, 23 de marzo de 2018, 29 de marzo de 2019 y 30 de marzo de 2021.

https://www.un.org/es/events/elimination-of-sexual-violence-in-conflict

Documentación