Camino de migas

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Ministra con tiempo propio

16/02/2010
Bibiana Aído se reúne en Laviana con 150 mujeres participantes del programa regional para mayores de 50 años.

Maruja, con 81 años que parecían 61, fue la encargada de abrir el fuego: «Soy la cuarta de ocho hermanos, viuda y con dos hijos que, como tantas de mi generación, no tuvo una vida fácil. Cuando pensé que estaba sola, vino este programa y me devolvió la alegría». Su voz fue la primera de un total de quince que escuchó ayer en Laviana la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, en el encuentro que el Principado organizó con las asistentes a uno de los programas emblemáticos del Instituto de la Mujer: Tiempo propio.
150 lavianesas dejaron pequeño el salón de actos del Centro de Innovación y Desarrollo del Alto Nalón, ubicado en el esqueleto de las que fueran Escuelas Graduadas Elena Sánchez Tamargo. donde la Consejería de Presidencia celebró los siete años de existencia de este programa, dirigido a las mujeres mayores de 50 años, a las que se busca dar lo que el cuidado de los hijos y la familia les ha quitado: tiempo propio.
La propia consejera de Presidencia, ayer presidenta en funciones, María José Ramos, fue la encargada de recordar que ya son más de 1.500 mujeres «de 23 municipios», las que participan en esta iniciativa que, según señaló la ministra, «me ha vuelto a sorprender, como la mayoría de cosas que hacen en Asturias, ya que han desarrollado numerosas iniciativas en pro de la igualdad».
Porque, para ella, que repitió mensaje momentos después, durante la mesa redonda que sobre políticas europeas organizó la Federación Socialista Asturiana en la Casa de la Cultura de Laviana, igualdad es que «las que han dedicado su tiempo a los demás recuperen parte de lo dado», sobre todo en un momento «en el que están de nuevo trabajando, dando un servicio a sus hijas para que ellas, a su vez, puedan trabajar. Se siguen sacrificando».
Y así lo contaron, además de Maruja, Margarita, que comenzó a ver las películas de otra forma; Adamina, que descubrió que había pintoras famosas; Encarna, que se desveló como escritora; Carmen, que domina la lectura en público; Sofía, "abducida" por internet; Ángeles, que encontró amistad; Sara, para la que el programa fue la mejor medicina para sus huesos; Margarita, que ya sabe «vivir para mí»; Blanca, que ya no está sola; Zulima, que recuperó la actividad; Celia, que se reencontró con sus orígenes; María, que las aglutinó a todas; Inés, que encontró a su generación y Adamina, que ha vuelto «a sonreír».