Paro de larga duración
Paro de larga duración
Se entiende por paro de larga duración (PLD) el que se prolonga ininterrumpidamente durante 12 meses o más. En Asturias esta situación afectaba en 2019 a 16.300 hombres y 18.800 mujeres. Estas cifras representan, respectivamente, el 52,9%% y el 56,6% del total de desempleados/as. Es decir, 1 de cada 2 personas desempleadas, independientemente de su sexo, llevan al menos 1 año en paro.
En el último año, el número de personas paradas de larga duración aumentó en 4.000 en Asturias, de las cuales el 67% eran hombres. Por otro lado, dentro del paro de larga duración, la mayoría de las personas llevaban incluso 2 ó más años en situación de desempleo: el 83% de los hombres y el 77% de las mujeres. (Tabla 3.15)

La tendencia del paro de larga duración fue de aumento entre 2008 y 2014 en Asturias para ambos sexos (Gráfico 3.30); en ese tiempo el porcentaje de este tipo de desempleo sobre el total pasó del 27 al 65 por ciento en el caso de los hombres, y del 30,8 al 61,2 por ciento en el caso de las mujeres. A partir de ese momento comienza a descender, de manera que en 2018 el porcentaje de PLD es prácticamente el mismo para cada sexo. Sin embargo, ha sido en el último año cuando ha vuelto a aumentar la proporción de mujeres y hombres en desempleo que llevan más de un año en esta situación, y más en el caso de las mujeres asturianas (56,6% y 52,9% respectivamente).

En cuanto a las tasas de paro de larga duración (TPLD), éstas se definen como la relación entre el paro de larga duración (número de personas en esta situación) y la población activa. Si calculamos estas tasas por sexo, obtenemos los siguientes datos (Tabla 3.16)

El máximo del desempleo de larga duración se alcanzó en Asturias en 2013, cuando llegó a haber 38.500 hombres y 32.900 mujeres en esta situación, lo que suponía el 14,9 y el 14,4 por ciento, respectivamente, de toda la población activa de cada sexo.
La tasa de paro de larga duración en 2019 fue mayor entre las mujeres en Asturias que entre los hombres (7% vs. 8,6%), lo que supuso un aumento de la diferencia o brecha entre estas tasas respecto al año anterior.

