Resumen - Trabajo no remunerado y vida personal

Resumen - Última actualización 4 de abril de 2024

 

Los trabajos reproductivos son uno de los ámbitos donde las diferencias de género son mayores. Hay una distribución desigual de los cuidados entre mujeres y hombres, con una dedicación mayor por parte de ellas; además, la percepción de la responsabilidad de la carga de cuidados también difiere entre cada sexo.

La mayor diferencia se da en el cuidado de los/las menores a cargo: el porcentaje de mujeres que declaran ocuparse en solitario de este trabajo es 4,5 veces el de hombres. Respecto al cuidado de personas mayores, las mujeres dicen ocuparse solas 2,5 veces más que los varones, y 1,7 veces en el caso del cuidado de personas discapacitadas o dependientes.

Las mujeres no solo se ocupan con mayor frecuencia de los cuidados de otras personas; cuando lo hacen, la dedicación es mayor en tiempo, tanto en extensión como en intensidad. La media de años de dedicación a estos trabajos de las mujeres es 10,8 años, y la de los hombres 9,4. En cuanto al promedio de horas diarias dedicadas a los trabajos de cuidados, las mujeres dedican un 50% más de tiempo: 2,8 horas diarias frente a 1,8 horas de los hombres.

Respecto a las tareas del hogar, las mujeres declaran encargarse de ellas en solitario el 58% de las veces, y los hombres el 25,8%.

El desequilibrio en el tiempo de trabajo reproductivo parece tener un efecto en un desequilibrio en el tiempo propio, tiempo para relajarse o disfrutar de actividades. Entre los que declaran no disponer casi nunca de 1/h diaria de tiempo propio, las mujeres son el 66%, y alcanzan el 75% entre quienes afirman no tener nunca esta hora al día.

La desigualdad en el tiempo dedicado a los cuidados tiene su correlato en el tiempo dedicado al trabajo productivo, que es la llave para la mayoría de la población de acceso a la renta y al derecho a prestaciones. En 2023 había en Asturias 74.900 mujeres y 8.800 hombres que declaraban como causa principal de su no participación en el mercado laboral lo que se denominan “labores del hogar”; las asturianas multiplican por 6,7 a los asturianos en la frecuencia con la que no participan del mercado laboral por dedicarse a los trabajos de cuidados, mientras que en España ese multiplicador es 5 veces. Otra forma de decirlo es que el 89,5% de las personas inactivas por este motivo son mujeres. Este porcentaje aumenta hasta el 100% de las que abandonaron un empleo en los tres años precedentes para poder hacerse cargo del cuidado de otras personas dentro del hogar. En 2023 fueron 1.300 mujeres; en los últimos 10 años, una media de 1.940 mujeres al año abandonó un empleo para cuidar de alguna persona del hogar o para hacer frente a hacer otras obligaciones familiares.

En cuanto al uso de instrumentos de conciliación de vida laboral y vida familiar, el 87,9% de las excedencias utilizadas en Asturias durante 2022 para cuidados fueron solicitadas por mujeres; este porcentaje disminuyó 0,8 puntos respecto al año anterior. El aumento en la participación de los varones se produjo únicamente en las excedencias por cuidados de hijos/as; este tipo de excedencia solicitadas por asturianos pasaron de ser 37 en 2021 a 47 en 2022, lo que supone pasar del 8,8% del total de excedencias para cuidado de criaturas al 10,4%. Es decir, en términos porcentuales el salto es importante, pero se basa en muy pocos casos, por lo que la variabilidad de un año a otro es muy grande.

En relación con el conjunto nacional, la participación de los hombres asturianos en los cuidados, vía excedencia laboral, es menor: en el cuidado de hijos e hijas, en España los hombres superan en 1,5 puntos porcentuales a los asturianos. En el cuidado de otros familiares, los hombres en el conjunto nacional superan a los asturianos en 4,4 puntos porcentuales.

El tramo de 0 a 3 años no es un periodo de escolarización obligatoria, por lo que hay diferencias importantes entre Comunidades Autónomas. El interés de este parámetro en este capítulo es que nos da una idea de las posibilidades de conciliación de los progenitores, ya que las criaturas no escolarizadas en estas edades, requiere de cuidados que le debe dispensar algún familiar que, habitualmente, es la madre. En el contexto autonómico, Asturias es la quinta Comunidad con tasas de escolaridad más bajas en la educación 0-3, después de Ceuta, Murcia, Castilla y León y Canarias. La tasa en Asturias es de 27,3%, aún muy por debajo de la media nacional (42%). Por edades, entre los menores de 1 año la diferencia de escolarización de Asturias respecto al promedio nacional es prácticamente nula, pero esta diferencia va aumentando hasta llegar a ser de 26 puntos entre las criaturas de 2 años.