Título - Trabajo no remunerado y vida personal
Trabajo no remunerado y vida personal - Última actualización: 29 de marzo de 2023
Trabajo de cuidados
Trabajo de cuidados
La ESA de 2017 (1) dedica un apartado a los trabajos reproductivos que aglutina varias preguntas sobre las tareas de cuidados y las tareas del hogar.
Respecto a los cuidados, se pregunta por la principal persona encargada dentro del hogar de, cuando se da el caso, el cuidado de las personas dependientes o con discapacidad, de menores de 15 años, o mayores (75 y más años), (Gráfico 4.1).
En términos generales, los hombres declaran en mayor medida que las mujeres que estas tareas las realizan sus parejas en solitario, o ambos miembros de la pareja de manera compartida, mientras que las mujeres declaran en mayor medida encargarse solas de los cuidados. Este patrón de respuesta nos habla, por un lado, de una distribución desigual entre mujeres y hombres de los trabajos de cuidados, con una dedicación mayor de las mujeres; y por otro lado, nos señala también una diferente forma de percibir la responsabilidad o la carga de los cuidados, en función del sexo de la persona entrevistada.
La mayor diferencia entre mujeres y hombres se da en el cuidado de menores; cuando hay niños/as en el hogar y la entrevistada es una mujer, declara hacerse cargo de su cuidado ella sola en el 37,4% de los casos, mientras que si es un hombre el entrevistado, este porcentaje baja al 9%. Dicho de otra manera, el porcentaje de mujeres que dicen ocuparse en solitario del cuidado de los menores es 4,5 veces mayor que el de hombres. Ocurre a la inversa en el caso de declarar compartir esta tarea con la pareja: por esta respuesta se decantan más los hombres (54,5% vs.34,6%).
El cuidado de personas mayores cuando es necesario, también se reparte de manera desigual en los hogares. Cuando la entrevistada es una mujer, en un 41,6% de los casos contesta que ella se hace cargo en solitario, y en un 5,2% que comparte con su pareja esos cuidados. En el caso de ser un hombre el entrevistado, sólo el 21% declara ocuparse en solitario de esta tarea, y dice compartirla el 15,2% de las veces. Es decir, las mujeres declaran ocuparse en solitario del cuidado de los/as mayores 2,5 veces más que los varones.
En el caso de cuidados de adultos discapacitados o dependientes, las diferencias de género también se detectan, aunque algo más suaves: la proporción de mujeres que se encargan en solitario de su atención es 1,75 veces mayor que la de hombres (39,3% v. 26,1%).
En la IV ESA 2017 también se preguntó sobre el cuidado de personas fuera del propio hogar de forma habitual; en este caso, aunque la mayor parte de la población entrevistada no tenía que realizar este tipo de trabajo, entre los que sí lo hacían las mujeres duplicaban a los hombres.
Las mujeres no sólo tienen más peso en los trabajos de cuidados; también le dedican más tiempo, tanto en extensión (años de dedicación), como en intensidad (horas diarias).
En cuanto a la extensión en el tiempo, respecto a los hombres es mayor la proporción de mujeres que dicen llevar menos de un año, y menor el de las que dicen llevar más de un año (Tabla 4.1) en estas tareas. No obstante, la media de tiempo de dedicación a estos trabajos en las mujeres es mayor que la de los hombres: 10, 8 años frente a 9,4 años.

Si se mide la intensidad de estos trabajos (promedio de horas diarias dedicadas a las tareas de cuidados), las mujeres también sobrepasan a los hombres en un 50% más de tiempo: 2,8 horas diarias frente a 1,8.