Indicadores universitarios de rendimiento académico
Indicadores universitarios de rendimiento académico
En el ámbito universitario, los indicadores de rendimiento permiten analizar la evolución del alumnado de Grado y Máster en las universidades, basándose principalmente en la información sobre matrícula y créditos en el Sistema Universitario Español (15).
Los tres indicadores principales para medir esta evolución del alumnado son: la tasa de evaluación, la tasa de éxito y la tasa de rendimiento. La primera de ellas pone en relación el número total de créditos a los que se presenta el alumnado respecto al número total de créditos matriculados. El segundo expresa, de todos los créditos a los que se ha presentado el alumnado, qué proporción han sido aprobados. El último pone en relación el total de créditos aprobados respecto a los matriculados.
Según los datos disponibles, los tres indicadores ofrecen un valor mayor para las mujeres que para los hombres universitarios de Asturias. Durante el curso 20/21, de cada 10 créditos en los que se matricularon, las alumnas se presentaron a 9 (tasa de evaluación: 90,87%) y aprobaron 8 (tasa de rendimiento: 79,87%); en cuanto a los alumnos, de cada 10 créditos en los que se matricularon, se presentaron a 8 (tasa de evaluación: 83,21%) y aprobaron 7 (tasa de rendimiento: 68,29%). Estas diferencias quedan patentes en la brecha de género para cada uno de los indicadores; la mayor diferencia entre las jóvenes y los jóvenes en la universidad se alcanza en la tasa de rendimiento, donde las mujeres les sacan 11,6 puntos porcentuales de ventaja a los hombres.
Los resultados para el conjunto nacional son ligeramente mejores que los asturianos, comparados por sexo. Así, la tasa de evaluación de las alumnas universitarias en España alcanza el 92,95% frente al 90,87% de las asturianas. Ocurre lo mismo en todos los indicadores y en ambos sexos. Sin embargo, las diferencias por sexo en cada una de estas tasas son menores que en Asturias (brechas de género más bajas en cada tasa).
Otro indicador interesante en esta materia es la tasa de abandono, definida como la proporción de estudiantes de nuevo ingreso en un curso X, matriculados en un determinado título y universidad, que no han llegado a graduarse ni a matricularse en la misma titulación en los dos cursos posteriores.
De nuevo, los resultados de las estudiantes asturianas son mejores que los de sus compañeros: en la corte de estudiantes que ingresaron en las titulaciones universitarias en el curso 2016-2017, de cada 100 chicas matriculadas abandonaron 26, mientras que de cada 100 chicos matriculados, abandonaron 39 (13 puntos más).
Por ámbito de estudio, no hay ninguno en el que las jóvenes hayan mostrado un mayor abandono que sus compañeros, ni siquiera en los estudios masculinizados. En las ingenierías, por ejemplo, la tasa de abandono masculina superó a la femenina en prácticamente 10 puntos porcentuales y 6,8 en Informática. La mayor diferencia neta se da en las Ciencias sociales, periodismo y documentación, con una tasa de abandono masculina 22 puntos mayor que la femenina. Por el contrario, las menores diferencias por sexo son las producidas en las Ciencias físicas, químicas y geológicas.
El rendimiento medido en notas del expediente académico no muestra grandes diferencias de género.
Por último, en cuanto a la duración promedio de los conducentes a la obtención del Grado y a las diferencias de género, las jóvenes consiguen el título en un tiempo promedio menor. En la Universidad asturiana solamente se imparten Grados de una duración de 4 cursos académicos; entre el alumnado que se graduó en el curso 2020-2021, las jóvenes habían tardado un promedio de 4,9 años en terminar los estudios y los chicos un poco más: 5,2 años.
De nuevo, se advierten diferencias por el ámbito de estudio al que pertenezcan los Grados. De hecho, es posible clasificarlos en dos categorías. Por un lado, en los grados pertenecientes a los estudios de Educación, Artes y humanidades, Ciencias sociales, periodismo y documentación y Negocios, administración y derecho, las jóvenes emplean menos tiempo que los jóvenes en graduarse; por el contrario, en los estudios de Ciencias y en las Ingenierías, industria y construcción, son los hombres los que invierten menos tiempo en conseguir la titulación.
Dentro de las Ciencias, además, es en las Ciencias de la Vida en las que la diferencia en los tiempos entre hombres y mujeres es mayor (algo más de medio año), mientras que en las Ciencias Físicas, químicas y geológicas la brecha se reduce hasta 0,3 años, con lo que el promedio resultante para el ámbito de estudio “Ciencias” es de 0,4 años.
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Asturianas en Cifras
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